Georg Friedrich Strass fue un joyero francés nacido en Wolfisheim en mayo de 1701. Se le conoce como el creador de las piedras de imitación.
Crea una pasta de vidrio (strass) compuesta de borosilicato de potasio y plomo con pequeñas cantidades de aluminio y arsénico, que está en el mercado desde 1730 que es cuando
lo patenta. Strass descubrió que cubriendo la parte posterior del vidrio con una lámina de metal el brillo aumentaría considerablemente. Esta pasta de vidrio tendrá un notable éxito y se
pondrá de moda. Su facilidad a la hora de tallarlo, su transparencia
y brillo son cualidades por las cuales se manufacturan joyas de buena
calidad con este vidrio. Normalmente en esa época lo utilizaba la nobleza para llevarlos por el día. Prácticamente fue el inicio de la bisutería con unos pendientes llamados "pendientes de piedra-piedra". Su aspecto era de una pasta ligeramente lechoza, una pasta de vidrio un poco opalescente en colores rosas y también en azules.
Fue socio en la joyería de Madame Prévot y sus trabajos obtuvieron una gran demanda en la corte de Luis XV de Francia.
El término rhinestone proviene de una variedad de cristal de roca que G. F. Strass encontró en el río Rhine, que comenzó a utilizarse como imitación del diamante.
Fue socio en la joyería de Madame Prévot y sus trabajos obtuvieron una gran demanda en la corte de Luis XV de Francia.
El término rhinestone proviene de una variedad de cristal de roca que G. F. Strass encontró en el río Rhine, que comenzó a utilizarse como imitación del diamante.
En 1752 G. F. Strass cedió la producción de strass al marido de su sobrina (Georges-Michel Bapst) pues se retira con 52 años y rico gracias a sus piedras de imitación.
Varios escritores y enciclopedias han atribuído erróneamente la invención del strass a Joseph Stras nacido en Viena.