Desde tiempos remotos la región de Mogok se conoce como el mejor yacimiento de rubíes del mundo. Hay indicios que desde la Edad de Piedra, nuestros antepasados, ya extraían la valiosa gema que conocemos como rubí "Sangre de Pichón". La leyenda cuenta que en la antigüedad tres cazadores se perdieron en las cercanías de Mogok. Al estar oscureciendo decidieron pasar la noche debajo de un árbol y a la mañana siguiente observaron como una manada de cuervos volaban alrededor de un valle. La intriga les hizo acercarse y así descubrieron que el valle estaba repleto de hermosas piedras rojas que los cuervos confundían con carne. Así Mogok fue construido para proteger el tesoro encontrado.
A parte del rubí, en el valle también se encuentran otras piedras preciosas como el zafiro, lapislázuli, peridoto, piedra luna...
El rubí Sangre de Pichón se caracteriza por tener un rojo puro y especial, alcanzando muchas piezas uno de los valores más altos que puede tener una gema. Los rubíes de otras zonas de Myanmar se caracterizan por tener un tono rosado. Hacia 1922 se descubrió un yacimiento en Vietnam en donde dicen los expertos se pueden encontrar rubíes muy parecidos a los birmanos. Posteriormente el 90 por ciento de los rubíes se llevan a Tailandia para allí ser comercializados.
Miles de trabajadores y mineros arriesgan su vida mediante duras condiciones de trabajo de doce horas sin parar para extraer los valiosos rubíes de las minas. Túneles y cuevas de gran profundidad son excavadas para llegar hasta el yacimiento primario donde los rubíes se encuentran dentro de las calcitas y mármoles. Toneladas y toneladas de rocas son extraídas para poder conseguir aunque sea un pequeño rubí. Al extraer las rocas de la mina estas son transportadas mediante bolsas en un sistema de tirolina hacia el valle donde se encuentran las máquinas picadoras que facilitan el proceso para descubrir el rubí en la roca madre.
A continuación les dejamos un fantástico vídeo sobre el proceso de extracción en una mina de rubíes en Mogok: