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miércoles, 30 de julio de 2014

Consejos para joyeros y engastadores

   Este artículo está destinado para ayudar en la medida de lo posible a los talleres de joyería, engastadores y profesionales del sector a la hora de trabajar con ciertas gemas con las que tienen que tener especial cuidado con el engaste, el calentamiento, las reacciones al ultra sonido, etc.., Probablemente ya lo sabrán, pero por recordarlo y para los que aún no lo sepan creo que les vendrá bien y así luego no tendrán sorpresas a la hora de realizar un trabajo.

   Nos han venido muchos talleres preocupados por que les ha cambiado de color una aguamarina, o se les ha reventado o fracturado un granate, o han quemado o roto una esmeralda, fracturado un ópalo, los cuarzos con exceso de calor cambiando su color, etc, etc...

   A continuación detallamos lo que siempre debería de tener en cuenta un taller antes de comenzar un trabajo con gemas:

Diamante: Tiene dureza 10 por lo tanto su tenacidad y resistencia al engastado es buena. El pulido es excelente, se comporta bien ante las reparaciones igual que al hervido y al ultra sonido. Con lo que hay que tener cuidado con el diamante es a la hora de exponerlo a la llama de un soplete y a los cambios de temperatura. Aunque sea la piedra más dura no significa que no tenga planos de exfoliación, de donde recibir un golpe seco y duro hará que la piedra pueda partirse, no es lo habitual ni lo común pero a veces puede ocurrir. Atención a la hora de engastar a aquellos diamantes que tengan el filetín MUY FINO.

Rubí y zafiro: De dureza 9, normalmente son piedras que se comportan muy bien ante el pulido, el engastado, la reparación, el hervido... Antiguamente a los rubíes y zafiros el único tratamiento que se les realizaba era el del calentamiento, por eso únicamente había que tener cuidado con el calor de la llama del soplete para que no perdieran parte de su color. Hoy en día con los nuevos tratamientos hay que tener mucha más atención al calor que le damos con el soplete para no llevarnos sorpresas, por que por ejemplo con los tratamientos de relleno de vidrio de plomo con un soplete podríamos estropear la piedra, y siendo un rubí baratísimo por ser glass filled el cliente siempre te va a decir que tenía "un sangre de pichón".

Topacio:  Dureza 8, tenacidad mala. A la hora de engastar cuidado por que exfolia fácilmente. Resiste bien el pulido. Mala reacción a la hora de reparar, puede perder color o romperse. Mala reacción al hervido y normal al ultrasonido. Cualquier calentamiento puede cambiar de color la gema o fracturarla. Precaución no confundir un citrino con un topacio amarillo. 

Esmeralda: Dureza 7,5 - 8, mala tenacidad. Mucho cuidado al engastar, sobre todo por las inclusiones de su interior. Pulido normal, no ejercer mucha presión. Es de las piedras que más temen los engastadores y joyeros a la hora de montar. Cuando son piedras de una cierta calidad y categoría lo más prudente es montarlas en oro de 22K para no ejercer tanta presión sobre la gema, al ser más dúctil el oro trabajaremos mejor. No deben calentarse nunca y siempre limpiarse en agua templada. Mala reacción al ultrasonido. Las sintéticas resisten mejor el calor.

Aguamarina: Dureza 7,5 - 8, tenacidad normal. La resistencia al engastado es normal, es un berilo al igual que la esmeralda pero en su interior casi no suele contener inclusiones. La resistencia al pulido es buena. Mala reacción a la hora de reparar, evitar los cambios bruscos de temperatura. Reacción normal al ultrasonido. OJO por que con calor podemos provocar que la piedra se vuelva de color blanco.

Turmalina: Dureza 7 - 7,5, su tenacidad de normal a buena al igual que el engastado. Resitencia al pulido normal y de normal a buena la reparación. Reacción al hervido y al ultrasonido normal. Ojo con el calor que también la puede cambiar de color.

Granate/Rodolito y tsavorita:  6,5 - 7 de dureza y tenacidad de normal a buena. Resistencia normal al engastado y buena al pulido. Reacción a la reparación y al hervido de normal a mala, al ultrasonido normal. El calor puede hacer que la piedra se fracture.

Cuarzo amatista y citrino: Dureza 7, tenacidad buena. Resistencia al engastado y al pulido buena. Reacción normal a las reparaciones, con el hervido pueden romperse y reacción mala al ultrasonido. El calor las puede hacer cambiar de color fácilmente.

Peridoto (olivina): Dureza  6,5 - 7, tenacidad de mala a muy mala. Mala reacción al engaste, las aristas se mellan fácilmente. Mala reacción al pulido y a la hora de reparaciones siempre desmonte la gema. Mala al hervido, evite temperaturas extremas. Normal al ultrasonido. No se deben calentar ni presionar mucho.

Ópalos y dobletes-tripletes: Dureza 5,5 - 6,5, tenacidad muy mala. Mala al engastado y al pulido, evite presiones fuertes. Desmontar siempre en las reparaciones. Con el hervido craqueará la gema y separará los tripletes. Mala al ultrasonido. Siempre observe si el ópalo tiene fisuras, no trabaje con ópalos fisurados.

Turquesa:  5 - 6 de dureza, tenacidad de buena a mala. Resistencia normal al pulido y engastado. Muy mala para las reparaciones, las piedras explotan con el calor. Mala reacción al hervido, pueden perder color. Reacción normal a mala con el ultrasonido. Toleran mal el calor y la presión, cuidado por que la mayoría están teñidas y hay muchas imitaciones.

Coral: Dureza 3 - 4, tenacidad de buena a mala. La resistencia al engastado es buena pero mala al pulido, use solo pasta roja de pulir. Desmonte siempre antes de reparar. Puede perder color con el hervido, reacción normal al ultrasonido. Algunos corales suelen estar teñidos y perderán el color al darles calor.

Perlas: Dureza 2,5 - 3, tenacidad de normal a mala. Resistencia al engastado normal, en las mabes no presionar. Mal al pulir, el lustre se ve afectado. Mala reacción en las reparaciones. Con el hervido pierden color y las perlas mabes se separan. Reacción normal al ultrasonido. Son muy sensibles al calor.

Ámbar:  Dureza 2 - 2,5, tenacidad mala. Muy mala resistencia al engastado, se raya fácilmente. Mala resistencia al pulido y muy mala la reparación por que pueden quemarse. Nunca las hierva su reacción es muy mala. Mala reacción al ultrasonido. Muchas imitaciones reaccionan igual

Marcasitas: Dureza 6 - 6,5. Mucho cuidado con todas aquellas piezas de plata montadas con marcasitas pues normalmente al recibir fuego se queman y estropean.


Ópalo fracturado.

Diamante fracturado.






lunes, 28 de julio de 2014

Berilos sintéticos

   El berilo es un silicato de aluminio y berilio. Cuando tienen otros elementos como impurezas (cromo o hierro) adquieren otro color y resultan en diferentes variedades gemológicas:

  • Esmeralda. Su color debido al cromo. Algunas suelen tener vanadio y también hierro.
  • Aguamarina. Su color lo causa el hierro.
  • Heliodoro (berilo amarillo). Color también debido al hierro.
  • Morganita (berilo rosa). Rosa por contener manganeso.
  • Goshenita. Incolora.
  • Berilo verde. Con un tono verde más pálido al tener hierro. Las venden como esmeraldas, pero no contienen ni cromo ni vanadio.  
  • Bixbita (berilo rojo). Con un rojo muy intenso, debido al manganeso. 
    Hoy en día existen berilos sintéticos, fabricados en laboratorios.

    Los primeros berilos en sintetizarse fueron las esmeraldas, siendo Carrol Chatham el primero en intentarlo hacia el año 1935. Posteriormente, apareció otro gran productor hacia los años 1950, Pierre Gilson. En 1960, Lechleitner produjo la primera esmeralda hidrotermal y en 1965 Linde creó la primera esmeralda hidrotermal completa. Después de 1980, se han desarrollado muchos procesos de sintésis cada vez más sofisticados. A parte de las síntesis mencionadas anteriormente, tenemos también las esmeraldas sintéticas Inamori, Zerfass, Seiko, Lennix, Linde, Regency, Biron...

    Les mostramos unos berilos sintéticos de fabricación hidrotermal producidos en Rusia. Son piezas con muy buen color y bastantes limpias de inclusiones. 

    Aconsejamos comprar en sitios y comercios de garantía para adquirir piezas naturales, donde le atiendan profesionales.


Berilos hidrotermales rusos.





 

viernes, 25 de julio de 2014

Como comprar gemas o piedras preciosas en el extranjero, ¡cuidado!

   A muchas personas en sus viajes al extranjero les han vendido o ofrecido una gema por un valor que poco tiene que ver con el precio o la calidad real. Inocentemente siempre creemos que el vendedor de calle es un iluso dispuesto a regalarnos un tesoro por cuatro euros para ganarse el pan de cada día... Pero esto rara vez es así, por no decir casi nunca. La mayoría de estos vendedores saben lo que tienen en sus manos, y casi siempre tienen un conocimiento al menos superior al comprador. La mayor parte de las veces que compremos una gema en la calle en el extranjero nos van a vender una síntesis, una imitación o una gema de composición distinta pero con apariencia "parecida" a la que nos gustaría comprar.

   A continuación citamos diversos lugares donde debemos tener precaución:

Afganistán: Hemos recibido muchas visitas de soldados que han servido en Afganistán y que han vuelto creyendo haber comprado un gran rubí o un diamante negro muy valioso o cualquier otra piedra de color. La gran mayoría de los rubíes que se venden en este país se tratan de rubíes de baja calidad que han sido rellenados con vidrio de plomo y resinas epoxy para mejorar su apariencia. Con el paso del tiempo, la degradación del color del rubí o la visita a un gemólogo, se darán cuenta de que les han estafado. Con los diamantes negros no ocurre tal estafa, pero suelen estar lógicamente a un precio superior al que valen realmente. También hay que tener cuidado por que se están vendiendo moissanitas negras. Se venden muchos zafiros estrellas difusión como naturales y rubíes que en realidad son granates.

Asia: En países como India, Camboya, Tailandia, Vietnam... Venden muchas sintésis, como rubíes o zafiros Verneuil fracturados en su interior para hacerlos parecer naturales, también retallan los sintéticos con el mismo objetivo. El jade es otro mineral bastante proclive al engaño, pues hay muchas esculturas realizadas en serpentina o en aventurina que se venden como jade, además al existir en muchos colores hay un abanico más amplio de imitaciones.

Brasil: En uno de los países con más variedad de piedras preciosas que podamos encontrar, la estafa suele basarse en vendernos como topacio amarillo un citrino y nos intentarán colar topacios azules como aguamarinas. 

Egipto: El engaño más usual es vender al turista corindón sintético imitación de alejandrita como alejandritas naturales, igualmente se vuelven a retallar las sintésis para darles aspecto de natural. Muchas veces se venden imitaciones de alejandrita con un gran tamaño cuando en realidad encontrarlas en natural es muy complicado y son costosísimas. Los egipcios saben que el turista  desconoce que el nombre de la alejandrita viene de Alejandro II el Zhar ruso por su procedencia de los montes Urales, y no de Alejandría en Egipto. 

   En cualquier lugar del mundo usted puede encontrarse con una sintésis o una imitación, a continuación exponemos minerales y gemas propensos a la imitación:

  • Jadeíta y néfrita. Imitados por serpentina, aventurina, zoisita, talco y vidrios. 
  • Turquesas. Imitadas desde tiempos remotos. Hoy en día lo más usual es el polvo de turquesa reconstituido. Por supuesto, la howlita teñida tampoco podía faltar.
  • Rubíes y zafiros. Ya no es solo el rubí al que se le rellena con vidrio de plomo sino también al zafiro. Piezas de un tamaño considerable que antes de ser tratados o rellenados por su mal color y transparencia tenían un valor muy bajo. 
  • Ópalos. Son muy comunes las sintésis e imitaciones de ópalos, algunas se identifican fácilmente pero en ocasiones el gemólogo va a tener que utilizar una lupa o un microscopio para establecer un dictamen.
  • Diamantes. En cualquier lugar del mundo la estafa más común es la sustitución de diamantes o brillantes por otras piedras. Desde un cuarzo, una zirconita, una espinela sintética, un zafiro sintético, un rutilo sintético, un YAG, un GGG, un titanato de estroncio, y por supuesto la moissanita, que es la más frecuente porque los detectores básicos de diamantes la detectan como diamante.
  • Cuarzos hidrotermales. Desde el año 1950 se sintetiza cuarzo hidrotermal, siendo la producción cada vez más sofisticada. Los cuarzos sintéticos hidrotermales suelen estar totalmente limpios y a veces tienen inclusiones bifásicas alargadas. Son bastantes complicados de diferenciar de los naturales, aunque los sintéticos presentan una zona de crecimiento y de color con manchas de diferentes tonalidades.

Imitación de ópalos.

Rubíes y zafiros Verneuil craqueados y retallados.





Amatista hidrotermal.

Citrino hidrotermal.

Cuarzos hidrotermales.


Corindón sintético Verneuil imitación alejandrita.


 

miércoles, 16 de julio de 2014

Gemas y Minerales: Aguamarina

   En el año 23 después de Cristo, Cayo Plinio Segundo cita: "Opinan algunos que los berilos en su estado natural presentan muchos ángulos, y algunos de ellos son los berilos con color del cielo". Sin Plinio saberlo, estaba escribiendo sobre una de las gemas mas hermosas: La aguamarina.

   Su color azul verdoso o incluso verdoso claro, cuya tonalidad recuerda las masas de agua. El tono más apreciado es el azul intenso.

   La aguamarina cristaliza en el sistema hexagonal, pudiendo encontrar increíbles prismas hexagonales de gran belleza y perfecta simetría, el tamaño que pueden adquirir es impensable en otras gemas. De hecho, para poder observar bien el color de la piedra es preciso que el tamaño de la pieza sea relativamente grande. Prácticamente, todas las aguamarinas de un color azul muy hermoso son el resultado de tratar mediante el calor las piedras verde-amarillentas o incluso ciertos ejemplares de color amarillo pardusco. Algunas aguamarinas pueden presentan el efecto ojo de gato. Tiene una densidad de 2,68 a 2,74, que la distingue de su mayor imitador el topacio azul que cuenta con un peso específico superior. Presenta una modesta dispersión y un índice de refracción bajo (1,570 - 1,575).

   Las inclusiones que suele presentar están vinculadas a su nombre, como las gotas de lluvia o copos de nieve.

   Se encuentra principalmente en Brasil (en Minas Gerais los mejores yacimientos), India, Rusia, Madagascar, Nigeria, Australia, Birmania , Tanzania y España. Se han encontrado ejemplares de gran calidad en la sierra madrileña. 

   En el lecho del arroyo denominado Mucuri y a lo largo del Jequitinhonha (Minas Gerais) se encuentran los depósitos más importantes. En dichos lugares aparece una capa de gravilla preciosa de color pardo, denominado "Cascalho". En 1910 se encontró un ejemplar de tamaño gigantesco, midiendo 50x40 cm y pesando hasta 110 kg. Este famoso cristal lo compró un alemán por 25 mil dólares. Tambíen en los Urales han sido encontrados bonitos ejemplares de aguamarina.

   La mejor imitación se consigue con espinelas sintéticas coloreadas mediante cobalto hasta que obtienen un azul pálido. La piedra natural con la que se imita a la aguamarina es el topacio azul. Para diferenciar una aguamarina de una espinela sintética o de un topacio es muy sencillo, nos bastará con medir el índice de refracción.

   Hay gente que cree que la aguamarina refuerza la claridad mental, que calma a quienes la llevan, protegiéndoles de las tensiones del momento. Hoy en día, se piensa que es el amuleto perfecto para mantener a raya las tentaciones relacionadas con el consumo de drogas, pues transmitirían al individuo una paz y un equilibrio mental que eliminaría la necesidad de estimulaciones artificiales. A veces la llaman la piedra del valor, por que supuestamente hace a sus dueños más valerosos, especialmente ante la muerte. Por su color, es uno de los amuletos favoritos por lo marineros que piensan que les ayudará a enfrentarse a los peligros del mar y también a conseguir una buena pesca.


Dureza: 7,5-8.
Peso específico:
2,68-2,74.
Índice de refracción:
1,550-1,575.























lunes, 14 de julio de 2014

Las perlas de Tahití

   El nombre de perla de Tahití no es el más adecuado, a menudo ni son negras ni proceden de Tahití. Las llamadas perlas negras se cultivan en islas periféricas de la Polinesia francesa, en las islas Gambier y en el archipiélago de Tuamotú.

   La perla cultivada de Tahití debe su nombre de la isla principal de la Polinesia francesa, situada en el centro del Pacífico

   Las islas Tuamotú - Gambier son la capital del cultivo de perlas en la Polinesia. En estas islas, de los 400 atolones que hay en el planeta, se encuentran unos 78 de ellos. Los atolones son coronas coralinas que crecen en el oceáno sobre los restos de volcanes que llevan millones de años inactivos. Son un milagro de la ecología, que extraen sus nutrientes de las profundidades, ricas en sales minerales, mientras la corona coralina absorbe la luz del sol tropical para extenderse mediante la fotosíntesis. El calentamiento global por el efecto invernadero amenaza a muchos de estos ecosistemas, que podrían quedar sumergidos si el nivel del mar sigue subiendo.

   La mayoría de las especies de molúscos capaces de producir perlas son de la familia pinctada. La especie única de la Polinesia francesa es la pinctada margaritífera, una ostra de labios negros. Especie muy valorada por el nácar de su concha y por las enormes perlas grises o negras que produce. La margaritífera suele vivir unos treinta años y puede llegar a pesar cinco kilos, con un diámetro de unos treinta y cinco centímetros. La diferenciamos por el color negro verdoso con reflejos rosados del borde interior de su concha, que a menudo se traslada a las perlas de este molusco.

   Los dos órganos más importantes para la producción de perlas son el manto y las gónadas. El manto forma la concha segregando varias capas de nácar y las gónadas se ocupan de la reproducción. Para el proceso de cultivo de perlas se introduce un núcleo y un segmento de tejido del manto en el saco de las gónadas. El nácar es el ingrediente esencial de toda perla, compuesto de aragonito y conquiolina. La composición química de la perla varía en cantidades mínimas según el agua.

   El grosor del nácar que envuelve al núcleo, es el resultado de la paciente secreción por el animal de unas mil capas concéntricas. Varía según la temperatura del agua, durante la época de frío se ralentiza el metabolismo de la ostra y las capas son más finas. Gracias a sus gruesas láminas, la perla cultivada de Tahití ofrece una resistencia y un oriente muy considerables. Sin embargo, no olvidemos que la ostra es un animal y cada individuo produce sus perlas según sus propias posibilidades. Por esto entre perlas de la misma zona podemos apreciar diferencias en el grosor y el color de las capas del nácar.

   A veces aparecen perlas negras naturales, pero la gran mayoría proceden del cultivo. Las naturales suelen tener menor lustre y mayor tamaño que las cultivadas.

   El cultivo es un proceso doble: Primero hay que criar la ostra para luego cultivar la perla en su interior. Se utiliza la misma técnica que desarrolló Mikimoto para la industria perlífera japonesa. La pinctada margaritífera segrega tres o cuatro capas de nácar al día, y en dos años alacanza un grosor de aproximadamente dos y medio mm, mientras que en el mismo tiempo la akoya solo alcanza un mm. Si a los dos años ha habido éxito y se ha creado una perla, habrá que extraerla con cuidado, lavarla, secarla y pulirla con una solución salina antes de su selección y clasificación. En muchas granjas se realizan dos o más cosechas al año, y en algunas se aprovecha la misma ostra para repetir el injerto tras un período de descanso. 

Los cincos factores para evaluar las perlas negras de la Polinesia son: 
  • El color. El color natural de las perlas de Tahití va del gris al negro, pero el efecto de la luz sobre la superficie crea una amplia variedad de tonalidades. Colores como el verde, púrpura, aguamarina, azul, todas las tonalidades de gris y los iridescentes. 
  • El lustre. El lustre de una perla es su brillo y la capacidad de su superficie para reflejar la luz.
  • La forma.
  • El tamaño.
  • Las características de superficie.
   La perla de Tahití con mayor tamaño que se haya registrado es de unos veintiun mm. La forma más solicitada es la redonda, que también es la menos frecuente en las perlas de Tahití.

  En la actualidad, las perlas de la Polinesia se cultivan en cooperativas o granjas privadas como la empresa de Robert Wan (que produce el 70 % de las perlas). Robert es el propietario de tres islas a más de dos mil km de Tahití, reconocidas por la alta calidad de sus perlas. Es propietario también de la mayor perla natural hallada en la Polinesia francesa, la perla Robert Wan, con diámetro de veinte a veinticinco mm.













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Atolón de las islas Tuamotú