El color varía desde amarillo, rojo a naranja. La gran mayoría de las piezas son transparentes pero hay ejemplares relativamente lechosos. A veces dependiendo de la iluminación se le pueden apreciar efectos iridiscentes, y al contrario del ópalo noble el ópalo de fuego se talla también en facetas y no solo en cabujón.
Al observar un ópalo de fuego tallado en facetas podemos apreciar que su red cristalina luce distinta al de otras gemas transparentes, con un brillo seroso más parecido al de un vidrio que al de un cristal. Con un peso específico muy bajo pero la dureza como las otras variedades de ópalo.
El yacimiento principal se encuentra en México aunque también los hay en Estados Unidos, Honduras, Australia y Guatemala.
Recientemente han creado en laboratorio un gel de sílice al que llaman MexiFire con las mismas propiedades que el ópalo de fuego natural. Con una cantidad minúscula de agua, es por ello que esta imitación resiste mejor ante elementos naturales como la luz del sol. Prácticamente tiene las mismas características que el ópalo de fuego natural, con la misma gama de colores. El peso específico será una prueba definitiva en muchos casos, pues el PE en el MexiFire es de 1,70 - 2,00 y el ópalo de fuego natural va desde 1,25 hasta 2,23. Al igual que el resto de los ópalos hay que tener cuidado a la hora de llevarlo a un taller para cualquier tipo de reparación sobre la joya que esté montado, nunca someterlo a altas temperaturas ni baño de rodio.
También existe una variedad a la que llaman PeruBlu que imita a una variedad de ópalo azulada pero opaca que se forma en los Andes en Perú. Prácticamente el PeruBlu es igual al MexiFire, con las mismas constantes y características pero con un tono azul parecido al de algunos topacios azules.
Dureza: 5,5 - 6,5.
Peso específico: 1,25 a 2,23.
Índice de refracción: 1,37 - 1,46.
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| Ópalo de fuego facetado y en bruto |
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| Ópalo de fuego natural. |
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| Ópalo de fuego natural |
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