El diamante bruto original era de 132,5 quilates y fue extraído de una mina de Botswana por la multinacional De Beers en 1999. Dos años de exhaustivos cuidados y pulidos lo convirtieron en una piedra preciosa.
Tras la venta privada del Pink Star en 2013 y el posterior incumplimiento del pago por parte del comprador, la casa británica incluyó el diamante en su inventario como una de las grandes novedades de su catálogo de 2017.
David Bennett, presidente de la división de joyería de Sotheby's: "El extraordinario tamaño de este ejemplar, sumado a la singular riqueza de su color, supera cualquier precedente histórico de un diamante rosa". Según Bennett, se trata del diamante de corte más valioso que ha sacado Sotheby's a subasta.
El diamante pertenece al exclusivo subgrupo de los diamantes tipo Ila, los de mayor pureza química e impactante transparencia óptica. Dobla en tamaño (2,66 x 2,06 cm) al mítico Graff Pink. Según los expertos, Hong Kong es el escenario perfecto para este tipo de subastas.
Tras adquirir un diamante rosa por 26,7 millones de euros, un multimillonario de Hong Kong adquirió por 45 millones el famoso Blue Moon, un espectacular diamante azul de 12,03 quilates como regalo para su hija en la subasta que celebró Sotheby's en Ginebra en el año 2015.
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