Se compone de óxido de zirconio, en la naturaleza solo existe un mineral con dicha composición y perteneciente al sistema monoclínico (la baddeleyita). Pasa al sistema cúbico convirtiéndose en zirconita al calentarse a unos 2300 ºC y tras el enfriamento se estabiliza añadiéndoles algunas impurezas de óxidos de itrio o calcio dependiendo del fabricante. Al método de fabricación se le llama Skull-Melting.
Al principio los fabricantes se esmeraron en producir una zirconita tan incolora y blanca como fuese posible, libre de inclusiones. Hoy en día hay una amplia variedad de colores atractivos y todo tipo de tallas. El alto índice de refracción y la dureza permite obtener piedras muy bellas.
Al pertenecer al sistema cúbico se trata de una gema isótropa, con un índice de refracción de aproximadamente 2,15 (demasiado elevado para los refractómetros convencionales) y una dureza de 8,5. La dispersión es la característica que más la asemeja al diamante, teniendo una dispersión de 0,66 aproximadamente (el diamante tiene 0,44). Un peso específico entre 5,65 - 5, 95, siendo una característica clave para distinguirlo del diamante. No obstante, un profesional debe estar cualificado para distinguir con su lupa un diamante de una zirconita. La ausencia de inclusiones en la zirconita así como el redondeamiento de sus aristas en las tallas de poca calidad es otro dato para diferenciarla del diamante. No presenta espectro y la fluorecencia es variable pero casi siempre inerte.
Uno de los líderes en la industria de lapidación de zirconita es la empresa Dalloz. Durante décadas Dalloz ha desarrollado e implantado tecnologías que han mejorado el arte de la lapidación. Fundada en Francia en el año 1917, exporta a Europa, América y Asia. A parte de zirconita también disponen de otras gemas sintéticas y naturales.
Dureza: 8,5.
Peso específico: 5,60 - 5,95.
Índice de refracción: 2,15.
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