Empezaremos hablando de la perla “La Peregrina” con forma de lágrima o pera con unos 58,5 quilates según un documento de esa época. Fue descubierta 1515, o al menos algunas fuentes así son como lo señalan, dentro de dos años cumplirá 500 años de su aparición y dicen que fue descubierta por un esclavo en Panamá al que se le otorgó la libertad a cambio de esta perla.
Vasco Nuñez de Balboa en su periplo por encontrar tierras ricas en oro se enteró que había un lugar en donde se encontraban una gran cantidad de perlas en unas islas donde regía un cacique que mandaba en esa región. Balboa se lanzo rápidamente en la busca de ese territorio a pesar de no ser las fechas apropiadas por las condiciones climáticas adversas para dicha incursión en canoa, siendo el mes de octubre de 1513, dicen que apenas divisar las islas nombró a la isla más grande La Isla Rica(hoy Isla del Rey) y a toda la región la llamó El Archipiélago de las Perlas, nombre que se mantiene en la actualidad y que probablemente pudiera ser la zona u origen en donde pudo quizás ser encontrada ”La Peregrina” al ser un lugar donde se recogían perlas de grandes tamaños.
Tras salir la perla de Panamá fue llevada a Sevilla y en
1580 se entregó a Felipe II el Alguacil Mayor de Panamá Don Diego de Tebes, y
por lo visto es la primera referencia documentada.
Pero por lo visto no coinciden las fechas. Felipe parte para
Flandes en agosto de 1555 por asuntos de estado y para ver a su padre Carlos
V, vuelve a Inglaterra en 1557
convertido en rey de España y las Indias, Nápoles y Sicilia, señor de Flandes y
duque de Milán. Si la perla la obtuvo entre 1579 – 80 no podemos decir que es
“La Peregrina” pues María Tudor fallecía en Noviembre de 1578.
Es complicado saber con certeza si es “La Peregrina” la que luce en muchos de sus retratos o es otra perla pues con este baile de fechas no coincide con que pudiese ser “La Peregrina” pero lo que sí es seguro, no se sabe cómo, es que al morir María Tudor la perla regresó a España.
El Estanque es un diamante que tenía un peso de 100 cts en
bruto y que lo compró Felipe II en Amberes por un precio de unos 80.000 escudos
de oro a un comerciante flamenco llamado Carlo Affetato. Dicen que el diamante
fue tallado en Madrid por el lapidario de la corte llamado Jacome da Trezzo
pero existen otras fuentes que indican que se tallo en Sevilla. La forma es
cuadrada, con gran trasparecía y por su tono acerado se le denomino “El
Estanque” pasando a formar parte del “Joyel de los Austrias” y por supuesto a
las joyas de la corona de España.
Se montó en un gran broche junto a la gran perla “La
Peregrina”. Esta pieza fue obsequiado por Felipe II a su tercera esposa la Princesa Isabel de
Valois.
La perla es lucida por todas aquellas reinas que estuvieron en
el trono de España y pintada sucesivamente por distintos pintores.
Isabel de Valois |
Ana de Austria |
Felipe III con la perla en un pinjante de sombrero |
Con la Guerra de la Independencia el invasor provocó el robo
y saqueo de las joyas de la corona, con los Borbones en el exilio, José
Bonaparte se apoderó de “La Peregrina y el Estanque” en 1808 y es este año
cuando salen de España destino París hacia las manos de la consorte del rey “Pepe Botella” o José Bonaparte, llamada Julia
Clary.
Años más tarde y después de perder el trono de España la
pareja se separa y Bonaparte se marcha a los Estados Unidos con una nueva amante y
“La Peregrina”.
Vuelve a Francia en los años 40 y se trae la perla de vuelta a Europa, decide dejarla en herencia a su cuñada la antigua reina Hortensia de Holanda para que le sirva de apoyo y poder pagar las incursiones en políticas de su hijo el que sería Napoleón III, que probablemente en 1848 por problemas económicos, la vendió al Marqués de Abercom y se dice que como su esposa se negó a taladrar la perla la perdió en varias ocasiones teniendo la suerte de reencontrarla siempre.
Lo que si desaparece para siempre es el diamante “El Estanque” que tras muchas ventas y cambios de manos, se piensa que fue retallado para que no pudiese ser reclamado ni reconocido como ese diamante histórico perteneciente a la corona española por siglos. Aunque se piensa que pudo pasar a ser parte de las joyas de la familia imperial rusa, pero la suerte que corrió el tesoro imperial ruso tras la revolución fue igual que la de sus monarcas, desaparecieron.
Margarita de Austria |
Isabel de Borbón |
Ana de Austria |
Se cuenta que el rey Alfonso XIII quería obtener la perla para regalarla a la
que sería su futura esposa la Princesa Victoria de Battenberg y así poder
recuperar de nuevo aquella joya con una gran historia unida a la corona española.
Al parecer una firma inglesa joyera compra la perla a la familia Abercorn en
35.000 libras y por lo visto es ofrecida al monarca español, pero no se llega a
un acuerdo por su elevado precio y se vende al multimillonario Judge Geary y
luego en 1917 la adquiere Henry Huntingdon.
Victoria Eugenia y Alfonso XIII |
En Enero de 1969 se subasta en la galería Parke Bernet de
Nueva York y la subasta obtiene un gran expectación por la subasta de tan
histórica perla, nada más y nada menos que “La Peregrina”. La mayoría de las
pujas se detuvieron en los 15.000 $ y hasta los 20.000 $ llegó la puja de Don
Alfonso de Borbón pues estaba convencido de que aquella era “La Peregrina”. La
subasta la ganó por 37.000$ el actor Richard Burton por la cantidad en pesetas
de la época 2.590.000 pesetas y fue un regalo que le realizó a su esposa y gran
actriz Elizabeth Taylor por su cumpleaños. A los pocos años, concretamente en
el 71 – 72, los actores vinieron a Tenerife y compraron terrenos en el sur
hospedándose en el Hotel Moreque y en Santa Cruz de Tenerife en el
Hotel Mencey.
Como curiosidad y para añadir alguna anécdota más a esta increíble perla cuenta Elizabeth Taylor en un libro llamado “Mi historia de amor con las joyas” que en una ocasión estando hospedada en el hotel Caesar´s Palace de Las Vegas con Richard Burton se le cayó la perla sobre una alfombra, se descalzó e intentó encontrar la perla repasando suavemente con los pies la alfombra y aunque la buscó por toda la habitación no la encontraba, resulta que su perrito de la raza "french poodle" o caniche enano, la tenía en la boca de donde la sacó con sumo cuidado.
Aquí se le ve en la película “Ana de los mil días” de 1969 donde lucio la perla, y en la foto de al lado en el nuevo collar donde luciría la perla realizado por la magnífica firma Cartier con rubíes y diamantes.
Por último, Liz Taylor fue propietaria de la perla hasta que falleció de insuficiencia cardiaca el 23 de marzo de 2011, la perla fue subastada en diciembre del mismo año con otras joyas de la actriz y el collar de “La Peregrina” fue vendido en 9 millones de euros.
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