Cristaliza en el sistema cúbico (en cubos, octaedros y dodecaedros) y se compone de fluoruro cálcico. Muy frecuente en los museos de minerales, tallándose en calidad gema casi siempre en la talla tipo escalera y sobre todo las piezas son dirigidas a coleccionistas, ya que la fluorita tiene una dureza de 4 (muy baja para el uso en joyería). Puede ser de varios colores entre ellos el verde, amarillo, pardo, incoloro, rosa, azul, violeta... Una variedad de fluorita de color verde esmeralda procedente de Namibia se ha llegado a vender erróneamente como esmeralda sudafricana.
La variedad masiva Blue John (la más conocida) fue empleada por los romanos para fabricar vasos y otros objetos decorativos, esta variedad tiene bonitas bandas curvas de color azul, violeta y con una base que puede ser rojiza o incolora. Procede de Inglaterra del yacimiento de Derbyshire que ya ha sido agotado.
La fluorita aparece en masas nodulares y oolíticas (agregados de pequeños depósitos esféricos de carbonato cálcico). La explicación más usual del color es la que dice de un flujo pulsante de un líquido rico en hidrocarburos que ha formado las bandas coloreadas durante el proceso de cristalización del mineral.
Se encuentra en numerosas regiones del planeta. En Inglaterra se han encontrado los mejores ejemplares (en Derbyshare, Durham, Cumberland...). También en Chamonix en Suiza se encuentran piezas famosas por su color rosa y otra variedad en Berna. En muchas localidades de Estados Unidos, en Canada, Alemania, República Checa y Polonia. Italia y Noruega son otros dos países que producen fluorita.
Dureza: 4.
Peso específico: 3,18.
Índice de refracción: 1,430.
Transparencia: Transparentes y ópacas.
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